jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Que está pasando en Lehman?

Lehman Brothers Holdings Inc., matriz del grupo, ha anunciado en el día de hoy su intención de acogerse al Capítulo 11 de la Ley Concursal norteamericana ante el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, tras haberlo acordado su Consejo de Administración con la finalidad de proteger sus activos y maximizar el valor de la compañía. Asimismo ha anunciado que no tiene intención de que sus filiales se acojan al mencionado procedimiento concursal (sin perjuicio de que otras entidades en Reino Unido y Alemania han entrado en un proceso similar). Comunica igualmente su intención de efectuar diversas peticiones que le permitan continuar gestionando sus negocios de forma ordinaria.

En el formulario presentado ante el Juzgado la matriz ha declarado, según sus últimos estados financieros consolidados disponibles al 31 de mayo de 2008, un activo por importe de 639.000MM$ y un pasivo de 613.000MM$.

LBHI está valorando la venta de sus operaciones de intermediación y se encuentra en fase avanzada de negociaciones con diversos compradores potenciales para la venta de su División de Gestión de Inversiones.

A continuación trataremos de resumir las principales características del proceso de reorganización (Capítulo 11) al que se pretende acoger voluntariamente LBHI.

El proceso de reorganización tiene por objeto tratar de corregir aquellos factores que han llevado a una empresa a una situación financiera comprometida con la finalidad de preservar su negocio. Dicho proceso puede cubrir cualquiera de los dos siguientes supuestos: cuando el pasivo (deudas) es superior al activo, es decir cuando no existen bienes suficientes para pagar a los acreedores o, bien, cuando existiendo activos suficientes para atender las deudas el concursado carece de liquidez para atender el pago puntual de las mismas.

El procedimiento se inicia a petición del deudor o, bajo determinadas circunstancias, por los acreedores. En general, la sociedad suele mantener la posesión de los activos y administrar el negocio en tanto se sustancia el procedimiento, salvo en circunstancias excepcionales (fraude o negligencia grave) en las que el Juez puede designar un interventor. No obstante, es probable que el juez designe a un U.S. Trustee (un funcionario judicial) para que lleve a cabo la función de designar tareas y temas administrativos que de lo contrario desenvolvería el Juez Concursal.

Iniciado el procedimiento se paralizan los procedimientos de reclamación de deudas anteriores a la solicitud de concurso. En caso de que se haya confiado la administración del negocio al concursado, éste dispone de los poderes necesarios para rescindir cualquier operación de transmisión de dinero o propiedad en un determinado periodo anterior a la solicitud del concurso (normalmente unos 90 días antes de presentar la solicitud).

Una vez autorizada la administración al concursado, el U.S. Trustee designa los miembros del comité de acreedores generalmente constituido por los acreedores sin garantía más importantes). Dicho comité de acreedores tiene derecho a solicitar al deudor información sobre la administración y participa en la confección del plan de reorganización
Los acreedores deben presentar ante el tribunal la justificación de sus créditos frente al deudor mediante un formulario denominado “Proof of Claim”. En dicho formulario, el acreedor describe su crédito y si es o no garantizado. El registro de dicho formulario preserva los derechos del acreedor y le permite recibir información durante el proceso concursal.

El deudor tiene el derecho exclusivo (siempre que no se haya designado un interventor) a presentar un plan de reorganización (convenio) dentro de los 120 días a la fecha en que se le haya concedido la administración por orden del juez concursal. Sin embargo, el juez concursal, por petición del deudor, puede extender el periodo de 120 días para facilitar que se presente un plan de reorganización viable. En caso de no presentarlo en dicho plazo o si han transcurrido 180 días sin que se haya aceptado podrán presentarlo otros acreedores.


El plan de reorganización debe contener la clasificación de los créditos (administrativos, garantizados, preferentes sin garantía, ordinarios y accionistas) y una propuesta de pago que puede conllevar una condonación de parte de los créditos y el plazo en que se harán efectivos. Los acreedores administrativos tienen prioridad ante otros acreedores y su crédito puede derivar de alguna de las siguientes situaciones: gastos de administración relacionados con el proceso concursal, salario de los empleados antes del inicio del proceso de reorganización, fondos de pensiones, créditos fiscales y otros créditos reconocidos por la Ley Concursal.
Se entiende que cada categoría de créditos aprueba el plan si al menos lo hacen la mitad de sus componentes y representan 2/3 del volumen total de dicha categoría. La aprobación del plan de reorganización también requiere la confirmación del juez concursal. Sin embargo, el juez tiene la facultad de confirmar un plan de reorganización aunque dicho plan no haya sido aprobado por los acreedores.

Una vez confirmado el plan, el mismo resulta vinculante para el deudor, acreedores y accionistas. Las obligaciones del deudor se rigen por los términos del plan de reorganización. Una vez dictado el decreto final que cierra el procedimiento el deudor es liberado de todas sus deudas y responsabilidades nacidas con anterioridad a la confirmación del plan, a salvo de las recogidas en el plan. Cabe aclarar que un plan de reorganización puede convertirse en un plan de liquidación bajo el Capitulo 7 de la Ley Concursal. Esto puede suceder cuando el deudor no consigue recursos financieros (por ejemplo, venta de activos y/o financiación bancaria) para sostener las actividades del negocio bajo el plan de reorganización.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Recuperar entre un 30% uy un 60% de lo invertido ?

¿Es bonista de Lehman Brothers? Puede recuperar entre un 30% y un 60% de lo invertido

A. Barbaresi/P. Vegas 9:32 - 17/09/2008

Preocupación es la palabra que mejor define el estado en el que se encuentran los inversores que tienen parte (o todo) su patrimonio invertido en acciones o bonos del quebrado Lehman Brothers. Compraron deuda de alta calidad, que ninguna agencia de rating calificaba como "papel basura" antes de la quiebra de la entidad.

"La banca privada es un cuento chino para engañar a cuatro indocumentados como yo", afirmaba indignado un inversor que tiene casi todo su patrimonio -más de 500.000 euros- en bonos de Lehman Brothers comercializados por Banif.

Muchos son los dueños de papel de la entidad estadounidense que afirman sentirse desportegidos y desinformados por parte de sus asesores financieros. De hecho, en declaraciones a elEconomista, uno de ellos señala que intentó vender este activo, pero que su asesora le desaconsejó esta venta y le dijo que "en el caso, muy improbable, de que el banco llegara a quebrar, usted sería de los primeros en cobrar, porque ésta es una deuda de mucha calidad".

Pero, ¿qué quiere decir "deuda de calidad"? Es aquella que recibe una calificación crediticia entre A- y AAA, en el caso de Standard & Poor's y Fitch, y entre A3 y Aaa en el caso de Moody's. Tener esta nota es importante para las compañías a la hora de conseguir financiación, ya que implica que son capaces de asumir su deuda. Por ello, es lógico que el rating que otorga Moody's al bono de Lehman Brothers haya caído desde A2, hasta B3 en sólo cinco días. Es decir, se ha convertido en lo que se conoce como bono basura, un título puramente especulativo que se ha situado entre la frontera de la deuda de baja calidad y la de alto riesgo.

¿Cobrarán o no?
El inversor puede tener bonos de Lehman Brothers de tres formas: comprándolos directamente en mercado, a través de un fondo de inversión y mediante un producto estructurado. Los dos últimos no presentan graves problemas. La incertidumbre se presenta si se han comprado directamente en el parqué.

En esta primera etapa, tras declararse en quiebra, se está produciendo una división de los activos de Lehman para ver cómo se pueden repartir. Tras esta división, se empezarán a liquidar las deudas. En este sentido, los primeros en cobrar son los acreedores, seguidos de los bonistas y bonistas subordinados. Por último, serán los accionistas. "El lunes en el mercado secundario se intercambiaba el bono de Lehman a un 30%. Es decir, una persona que invirtió 100 dólares, puede cobrar 30", dice Rafael Romero, director de análisis de Unicorp, la banca privada de Unicaja. Lo mismo señala la web financiera Citywire, en la que se recoge que los inversores con papel de la entidad se enfrentan a pérdidas potenciales del 70%.

Sin embargo analistas de CreditSights dijeron a Bloomberg que los bonistas podrían obtener alrededor de 60 centavos por cada dólar si Lehman se ve obligado a optar por la liquidación. Es probable que los inversores en bonos senior no garantizados de la entidad consigan entre 60 y 80 centavos por dólar, después de que la deuda llegara a cotizar a un mínimo de 30. Los tenedores de deuda de menor rango deben esperar mucho menos.

Los coletazos de Lehman

Dos días después del colapso de Lehman Brothers , el sector financiero mundial intenta encajar el golpe y calibrar sus efectos.

La liquidación ordenada de los activos de Lehman constituye una primera e importante prueba para determinar el impacto que esta quiebra –a cuyo influjo no escapan el mercado ni los inversores españoles– puede tener sobre el sistema financiero internacional y su capacidad para absorber los daños. El sector, consciente ya de que los rescates públicos han sido la excepción, se mueve en esa dirección.

El lunes, una decena de grandes bancos anunció la creación de un fondo dotado con 70.000 millones de dólares para adquirir activos de Lehman y facilitar su proceso de extinción y hoy Barclays manifestó su interés por hacerse con determinados activos de la malograda entidad, lógicamente aquellos más atractivos y menos contaminados por el riesgo. A la respuesta del propio sector hay que añadir el esfuerzo de las autoridades monetarias, que se emplean a fondo para aliviar las tensiones en los mercados y garantizar la liquidez: el BCE y la Fed inyectaron hoy más de 100.000 millones de euros a un día en el sistema. Es, probablemente, lo mejor que pueden hacer, aun cuando la desconfianza limite la efectividad de sus esfuerzos en el corto plazo. La incertidumbre es aún muy grande y no parece que una nueva bajada de los tipos de interés, como demandaba el mercado y se negó hoy a conceder la Fed -mantuvo el precio del dinero en el 2%–, sea la solución, como no lo ha sido en el último año. De hecho, el verdadero problema del sistema no es de demanda de crédito, sino de oferta. Quien tiene el dinero desconfía y extrema sus exigencias y cautelas, una actitud que, probablemente, no desaparecerá en tanto que el mercado no constate que la crisis ha tocado verdaderamente fondo. Por desgracia, la crítica situación de la aseguradora AIG o los problemas de otras entidades como Washington Mutual no invitan al optimismo y dejan patente la severidad de un ajuste que aún puede ser muy doloroso a corto plazo.

La quiebra de Lehman salpica a los clientes de banca privada española

Publicado el 17/09/2008, por J. Zuloaga

CNMV y Banco de España han llamado a las entidades para comprobar su exposición directa a L
Lehman.

Pero todo apunta a que el problema serán las estructuras distribuidas por la entidad, que podrían afectar a miles de inversores.

El sector de la inversión en España se tambalea debido a la quiebra de Lehman Brothers. El banco norteamericano ha realizado durante los últimos meses una intensa actividad comercial de sus productos estructurados. Numerosas entidades de banca privada y banca comercial han distribuido esas estructuras, que ofrecían una alta rentabilidad. Pero ahora, los activos podrían perder todo su valor debido a la quiebra de Lehman.

Estos productos, también conocidos como notas o certificados no cotizados, son colocaciones privadas que realizan las entidades ligadas a la evolución de unos activos, en la mayoría de ocasiones registradas en Luxemburgo y distribuidas en España a través de un pasaporte validado por la CNMV. Aunque se tratan de productos sofisticados destinados a clientes de banca privada, las entidades también los comercializan en sus grandes redes comerciales. Con ellos, el inversor tenía garantizado su dinero más un cupón anual dependiendo de la evolución de los índices y valores a los que se ligan.

Sin embargo, tras la bancarrota de Lehman, productos que en teoría no tenían posibilidad de pérdida obligarán a sus inversores a acudir al concurso de acreedores del banco de inversión de EEUU para salvar parte de sus ahorros.

Después de conocerse la quiebra de Lehman, el pasado lunes, la CNMV y el Banco de España llamaron a bancos y cajas españoles para comprobar su exposición directa al banco de inversión. Todavía es pronto para hacer balance de daños, pero todo indica que lo peor puede ser el efecto indirecto, sobre todo para los inversores de estas entidades.

Por ello, los nervios fueron ayer la tónica dominante en el mercado español. Las llamadas de clientes no pararon de sucederse durante todo el día.

Fuentes del sector consideran que la banca privada española tendrá dificultades porque "está invadida" de productos estructurados emitidos por el banco de inversión norteamericano. "Lo más delicado ahora es saber en qué medida se ha visto afectado cada entidad por activos distribuidos por Lehman en lo que se refiere al riesgo de contrapartida", opina Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital.
Lo que complica aun más la situación es que los inversores no tenían conocimiento de todos los riesgos. En los folletos de venta de estos productos estructurados ni siquiera se mencionaba el riesgo de quiebra de la entidad emisora. Tan sólo se comenta que la inversión estaba garantizada salvo en un caso excepcional en que una serie de índices o un conjunto de valores cayera por debajo de un nivel muy lejano.

Por ello, los expertos no descartan que las entidades comercializadoras de estos productos se encuentren con una oleada de demandas en un futuro no muy lejano.

Ahora, la clave para que los inversores españoles recuperen su dinero es que Lehman pueda vender sus activos para reducir la deuda.

Entidades afectadasAlgunas de las mayores entidades del sector en España, como Banif que se aferró a la confidencialidad para no hacer comentarios al respecto, y las extranjeras están afectadas por las estructuras de Lehman. "Todos van a tener impacto en mayor o menor medida", señalan. Muchas de estas entidades no se lo pensaron dos veces a la hora de comercializar entre sus clientes los estructurados de Lehman. "Mientras que productos estructurados de BBVA o Santander ofrecían un 10% si el Ibex y el EuroStoxx 50 no caían por debajo de una barrera, los que hacía Lehman llegaban hasta el 13% o 14%", señalan fuentes del sector.

Los expertos opinan que habrá muchos cambios en el sector después de lo ocurrido con Lehman. "La confusión reinante en los mercados financieros ha reducido el número de posibles clientes.

Esto impactará en la capacidad de los bancos para lanzar más productos estructurados y su apetito por hacerlo", apunta Andrew Marks, responsable de T. Rowe Price en España.

Barclays quiere activos de Lehman Brothers

Barclays quiere activos de Lehman Brothers para ganar peso en Wall Street
Publicado el 17/09/2008, por R. Casado / G. Martínez. Londres / Nueva York
El grupo bancario británico, que el fin de semana pasado estuvo a punto de comprar la entidad estadounidense, prepara la adquisición de su negocio de intermediación de operaciones en los mercados.
Barclays ha decidido aprovechar el terremoto en el sector financiero estadounidense para convertirse en un jugador de primera fila en Wall Street. El grupo bancario británico prepara la adquisición de diversos activos de Lehman Brothers, fundamentalmente la división de brokers estadounidenses que intermedian operaciones en los mercados y asesoran fusiones y adquisiciones.
La operación acelera la reordenación sectorial provocada por la crisis en los mercados y el derrumbe de los bancos de inversión. Ante las turbulencias de los últimos meses, se está avanzando en la creación de grandes conglomerados que unen los negocios de banca comercial, privada y de inversión para compensar los riesgos de unos negocios con otros. Además de la compra de activos de Lehman por parte de Barclays, el grupo JP Morgan Chase se hizo con Bear Stearns en marzo, mientras que Bank of America ha pactado la compra de Merrill Lynch.
Un saltoEn el caso de Barclays, la absorción de una parte de Lehman permite dar un salto a Barcap, su filial de banca de inversión, y amplía la presencia del grupo en Estados Unidos. El pasado fin de semana, Barclays ya intentó la compra de Lehman Brothers, pero las negociaciones se rompieron ante la falta de respaldo financiero a la operación por parte del Gobierno estadounidense.
La bancarrota de Lehman ha abierto ahora la oportunidad a Barclays de quedarse con los activos que más le interesan. Al cierre de esta edición, todavía no se conocían los detalles sobre el precio que paga Barclays ni el volumen exacto de activos y personal que entran en la transacción. Los analistas creen que Barclays pretende hacerse con los operadores que gestionan inversiones en mercados de renta variable, fija, divisas y materias primas, así como con los expertos en fusiones y adquisiciones. Quedarían fuera del acuerdo toda la cartera de inversiones de Lehman en los mercados de crédito. Estos títulos tóxicos, expuestos a la crisis financiera, tendrán que ser liquidados por los administradores de Lehman, probablemente con una subasta a precios muy bajos. Su negocio de gestión de activos, que tampoco parece interesar a Barclays, podría ser adquirido por alguna firma de capital riesgo.
En total, Barclays podría incorporar cerca de diez mil empleados de Lehman Brothers (la mayoría en Nueva York) y unos 30.000 millones de libras en activos, lo que equilibra el peso de los mercados europeos y estadounidenses en Barcap.
Esta división, que ahora emplea a 16.000 personas y gestiona 1,6 billones de libras en activos, logró el 55% de sus ingresos del primer semestre de 2008 en Europa, y un 22% en Estados Unidos.
EscepticismoLa cotización de Barclays bajó ayer un 2,53%. Antes de conocer los detalles del acuerdo, los analistas mostraban cierto escepticismo, ya que dudan sobre la estrategia del banco, que dice estar centrado en crecimiento orgánico pero que en el último año ha pujado por ABN Amro y por Lehman. Otros ven en la persecución de Lehman el sueño personal de Bob Diamond, director de BarCap, por ser uno de los grandes de Wall Street. A la vez, quedan temores sobre las pérdidas por la crisis. En el primer semestre, Barcap provisionó 2.000 millones de libras, pero todavía mantiene una exposición de 28.200 millones en los mercados de crédito.
Algunos analistas creen que Barclays debería centrarse en limpiar esa cartera y no buscar adquisiciones.

martes, 16 de septiembre de 2008

¿Cuanto vale el prestigio del Banco Santander?

El Santander afirma que su exposición crediticia con Lehman Brothers es sólo de 11 millones de euros

MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) - El Banco Santander aseguró hoy que la exposición creditica directa del Grupo con Lehman Brothers asciende, a día de hoy, a sólo 11 millones de euros, informaron a Europa Press fuentes de la entidad financiera.
Adicionalmente, el Grupo Santander reconoció que mantiene "una posición por operativa de derivados, bajo acuerdo de colateral", cuya valoración neta, al cierre del 12 de septiembre, ascendía a 44,6 millones de euros, explicaron las mismas fuentes.
Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de EEUU, anunció hoy que se acoge a la protección por bancarrota "con el fin de proteger sus activos y maximizar su valor".
El Banco Santander cerró hoy con una caída del 6,88%, hasta los 10,56 euros, en un contexto en el que el Ibex 35 se dejó un 4,5%, hasta situarse en mínimos de 2006.

Numerosos clientes de banca privada, atrapados en estructurados de Lehman

Numerosos clientes de banca privada, atrapados en estructurados de Lehman

Si usted tiene un producto estructurado -se llamara bono, nota, autocancelable o algo así- que le ha vendido su banco, mire en el folleto donde pone "emisor". Si es Lehman Brothers, usted tiene un problema muy serio. Porque lo que usted tiene en su cartera, en el fondo, es un bono de este banco de inversión que, como sabe todo el mundo, ha suspendido pagos. Es decir, no paga su deuda. Por tanto, lo que en teoría era un activo seguro ha perdido su valor. Se supone que, con el tiempo, todos los acreedores de Lehman recuperarán un porcentaje de lo que se les debe -ayer se hablaba del 60%-. Pero, de momento, no le queda más remedio que ponerse a la cola para intentar cobrar.
Según distintas fuentes del mercado consultados, hay muchísimos clientes en España, sobre todo de banca privada, con estructurados emitidos por Lehman en cartera. Casi todas las entidades de cierto tamaño tienen algún producto con exposición al banco norteamericano, pero los nombres que más suenan -no hay cifras oficiales y las entidades no confirman ni desmienten- son Banif, Crédit Suisse y Bankinter. Este último lanzó un estructurado a principios de año llamado Bono Fortaleza que ofrecía un 25% anual acumulativo, nada menos, si ING y Deutsche Bank subían respecto a la fecha inicial del producto.
Esta popularidad en los últimos años se explica porque ofrecían una rentabilidad potencial muy alta con un riesgo muy bajo (o incluso nulo)... y también porque dejaban unos elevados márgenes a la banca y no están bajo el manto de la directiva Mifid, es decir, las exigencias de información y de adecuación al perfil del cliente son menores. Estructurado es cualquier producto que ofrezca, por ejemplo, una rentabilidad del 10% si una acción o un índice supera el valor inicial en un plazo determinado. Los más sofisticados son los autocancelables (si se cumple la condición, pagan un cupón muy alto y vencen).
Los productos estructurados se componen de un bono con cuyos intereses se compra una opción que es la que aporta la rentabilidad en caso de que se dé la condición del producto. Cuanto más alto es el cupón que paga el bono, más rentabilidad puede dar el producto. Por eso, los de Lehman eran muy populares, ya que llevaba un año emitiendo bonos con diferenciales sobre el Libor de entre el 3% y el 5% debido a su pobre calidad crediticia. Así se explican fantásticas rentabilidades como el 25% que ofrecía el producto de Bankinter. Y también el éxito entre los clientes más agresivos de la banca privada.
Tanto éxito, que en muchos casos los bancos daban crédito al cliente para apalancarse en los productos, es decir, para invertir por cantidades muy superiores a su patrimonio. El problema, no siempre bien explicado por los bancos, es doble: por un lado, que estos productos tienen riesgo (¿a cuántos de ustedes no les dijeron "Lehman no puede quebrar"?); por otro, que ese riesgo no es del banco, sino directamente del cliente, y que el banco no ofrecía ninguna garantía. Con lo cual, esos inversores apalancados, además del problema de no poder recuperar el dinero, se van a convertir en morosos al no poder devolver el crédito.
"Invertir en deuda de Lehman de un año a esta parte era temerario", afirma uno de los profesionales consultados. De hecho, había entidades como Barclays que habían vetado a Lehman como contrapartida para los estructurados por el elevado riesgo que comportaba.
¿Qué pueden hacer los afectados?
¿Qué opciones tiene usted si se ha quedado pillado en estos productos? Es posible que alguna entidad decida graciosamente asumir la pérdida del cliente y responder con su patrimonio, con lo cual será el banco el que se la apunte en su cuenta de resultados. Pero no tiene ninguna obligación de hacerlo.
Ahora bien, algunos expertos consideran que depende de cómo se haya comercializado el producto y, sobre todo, de si se han explicado bien los riesgos. "Habrá que ver qué dicen al respecto la CNMV y el Banco de España", afirma uno de ellos. Otra fuente es más agresiva: "Si yo fuera un cliente, reclamaría y haría todo lo posible por recuperar el dinero". Gaesco apuntaba ayer a que se va a utilizar el fondo de 70.000 millones de dólares creado por 10 grandes bancos internacionales para rescatar la deuda de Lehman, incluidos los bonos estructurados, pero está por ver.
Por último, hay que dejar claro que el caso de los estructurados no es el mismo de los fondos garantizados, también afectados por esta quiebra puesto que muchas gestoras han lanzado fondos diseñados por Lehman. No obstante, en este caso el problema sí es del banco y no del partícipe, puesto que de la garantía responde la gestora del fondo, no el que ha diseñado su estructura. Además, en muchos casos -como el Santander- las gestoras han colateralizado esa contrapartida; es decir, han cubierto el riesgo de que Lehman no cumpla su compromiso. En ese caso, no hay ningún problema.